Ministrando Sanidad En Hospitales

Padre y Poderoso eres tu santísimo Dios, Cristo bendito, tú nos has mandado a rescatar lo perdido. Yo te presento al hermano (ponga el nombre de la persona que esta ministrando, te presento su esposa, sus hijos, hermanos, familia y toda su parentela; uno su mente a tu mente, el espíritu de ellos a tu Espíritu Santo de Dios, te presento su vida sentimental, afectiva, laboral, económica, sus dones, talentos y ministerios, y todo su ser de él y toda su parentela su esposa y sus hijos.

Lo cubro con la sangre de Cristo desde la cabeza a la planta de los pies, porque la sangre quema, limpia, purifica y santifica; y activo un vallado de ángeles ministradores, guerreros con espada de fuego para romper todo yugo, atadura, conjuro y maldiciones, rompemos todo espíritu de enfermedad, espíritu de tormento, angustia, preocupación Señor; con la espada de Gedeón rompemos toda maldición urkupiña, señor de mayo, cristo de la concordia, tata bombori, tata Santiago, todos esos poderes diabólicos y satánicos que le están atormentando a él, su esposa, sus hijos, su familia y toda su parentela.

Padre, Hijo, y Espíritu Santo de Dios, tu palabra dice: ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y si  hubiere cometido pecados, le serán perdonados; confesando nuestros pecados. Padre amado estoy clamando por tu justicia, que tu justicia sea cayendo sobre él, para sea destruyendo todo lo malo que le viene afectando.

Ato al hombre fuerte de oposición, ato al hombre fuerte de angustia, enfermedad, preocupación, ato al hombre fuerte que lo tenía atrapado, ato al hombre fuerte que lo tenía frustrado, ato al hombre fuerte de enfermedad, ato al hombre fuerte de dolor; lo ato lo encadeno y lo amordazo, y lo aviento a las profundidades eternas del abismo. Y  que seas tú papito Dios mandando una unción poderosa y gloriosa en el nombre de Cristo Jesús.

Empieza a descontaminar mi Dios, descontamina su labio, su mente, su nariz, sus oídos, descontamina su boca, descontamina su garganta papito Dios, descontamina su mente para que sea renovada cada día como dice tu palabra, descontamina su oídos para que pueda escuchar tu dulce voz, descontamina sus ojos para que pueda mirar la luz de tu gloria, descontamina su nariz para que pueda olfatear el dulce aroma del Espíritu Santo del Dios del cielo, descontamina su boca para que pueda testificar, descontamina su garganta para que te pueda alabar papito Dios, descontamina su corazón, ese corazón lleno de odio, rencor, resentimiento, saca la ira, saca toda raíz de amargura, saca la desobediencia, rebeldía, rebelión, la tristeza, el congojo, abatimiento todo lo que le tiene atrapado, sumergido; sácalo papito Dios, saca ese corazón de piedra y coloca un corazón de carne. Sigue descontaminando papito Dios sus pulmones, estomago, intestino, su vejiga, su pierna, sus pies, su calzado, sus manos, sus cabellos y toda prenda que tenga puesta encima, descontamínalo desde la cabeza a la plata de los pies en el nombre de Cristo Jesús.

Derrama fuego papito Dios desde lo alto, desde el tercer  cielo, derrama fuego que seas tú santísimo Dios, que seas tú papito Dios quemando y  ministrando. Quema todo dolor de cabeza, quema la migraña, quema encefalitis, meningitis, laringitis, colesterol, quema el acido úrico, quema la osteoporosis, quema los triglicéridos, quema a esta hora toda enfermedad de la cintura, quema papito Dios toda enfermedad de la columna, a esta hora se quema toda enfermedad, quema y se derrite, porque tu palabra dice que tu eres fuego consumidor. La unción pudre todo yugo, la unción pudre toda yugo, todo yugo de enfermedad, de dolencia, todo yugo de sufrimiento se quema y se derrite porque es el fuego consumidor, es el fuego de Dios cayendo quemando, limpiando, purificando y santificando, y destruyendo todo toda fortaleza, toda fuerza extraña en el nombre de Cristo Jesús.

Yo lo desato a esta hora, porque tu palabra dice: que todo lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos. Lo desato de todo espíritu de enfermedad, lo desato de todo espíritu de odio, rencor, resentimiento, lo desato santísimo Dios de toda frustración, de ligadura, atadura, conjuro, maldición, lo desato de todas maldiciones de brujería, hechicería, riegos, bebedizos, baños, chamanismo, espiritismo, agoreros, encantadores, y adivinos, lo desato de quiromancia, cartomancia, de toda lectura de carta, lectura de carta, tarot en el nombre de Cristo Jesús. Toda maldición que había en él, lo desato de todo conjuro diabólico y satánico, no tiene poder, lo declaro inoperante todo lo que le afectaba.

Te doy gracias Padre, Hijo, y Espíritu Santo de Dios por todo lo que estás haciendo y por todo lo que vas  a hacer, yo lo desato también su vida afectiva, laboral y económica, y lo bendigo, declaro bendición, declaro y profetizo sanidad y bendición para él, su esposa, sus hijos y toda su parentela, su vienes y todo lo que tú le has dado Señor; declaro bendición en él en el nombre poderoso de Cristo Jesús sobre su vida, su ministerio.

Y lo bendigo con la bendición del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo del Dios del cielo. Amen, amen y amen. Dios le bendiga.